Javier Pericacho asistió al III Foro de la Plataforma por la Educación Pública Libre de Alcalá de Henares (PEPLA), él es un experto en pedagogías alternativas y su implantación en el sistema educativo. Él fue alumno de colegio e instituto en dos centros típicos públicos de Alcalá de Henares. Entre otros ha vivido algunos varios años en Madrid, y también tiene una gran experiencia internacional. Actualmente es profesor en el Departamento de Educación la Universidad Antonio de Nebrija.
PEPLA: Eres un alcalaino de toda la vida. ¿Qué estudiaste y donde ejerces tu carrera profesional?
Javier Pericacho (JP): Estudié dentro del Programa de Doctorado: “Conocimiento Pedagógico Avanzado”. Soy Doctor en Educación por la Universidad Complutense de Madrid. He sido Coordinador del Máster Universitario en Formación del Profesorado en la Universidad Antonio de Nebrija, profesor en el Departamento de Didáctica y Teoría de la Educación en la Universidad Autónoma de Madrid y profesor invitado en la Universidad de Coimbra (Portugal).
PEPLA: ¿Qué sucede en la escuela?
JP: Intentar contestar a esta pregunta me llevaría más espacio del que seguro estoy permitido. Resumiendo: Lo que demos a los niños en las escuelas, los niños darán a la sociedad de adultos. Actualmente se imponen nuevos problemas: cultura mundo, globalización económica, procesos de desencantamiento democrático, contradicciones propias de las sociedades del “hiperconsumo”, etc. Procesos sociales, políticos, culturales, ambientales… que generan nuevas realidades.
El siglo XX fue decisivo en el desarrollo y extensión de la escolarización y el modelo actual de escuela en los países industrializados. De esta forma, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX se solucionan, casi en su totalidad, los graves problemas cuantitativos de escolarización que se arrastraban. Sin embargo, hoy día se imponen nuevos problemas, pero esta vez de carácter cualitativo. Puesto que todos los alumnos tienen garantizado un puesto escolar, de lo que se trata ahora es de asegurar que la escuela responda a las necesidades reales de los alumnos y a la complejidad de la sociedad. Es decir, se ha pasado de problemas cuantitativos a problemas cualitativos. Una vez asegurado una mesa, una silla y un profesor a cada alumno debemos asegurar una educación integral de calidad. La escuela debe educar en la vida, no para la vida como señalaba Dewey.
Haciendo un juego de palabras, seguimos manteniendo una escuela del siglo XIX, con profesores del siglo XX y alumnos con problemas del siglo XXI. El estancamiento metodológico de la escuela y los procesos que se desarrollan en ella se pone de manifiesto fácilmente al advertir las altas tasas de abandono escolar temprano que tenemos en España (duplicando la media de la Unión Europea), o al observar la gran evolución del resto de sectores que la rodean. Basta con examinar el progresivo avance experimentado en otros campos: medicina, química, tecnología, psicología, física, informática, biología, cocina, arte, fotografía, periodismo, etc.
Se ha normalizado el aburrimiento y la desafección de los alumnos. En referencia al estancamiento metodológico del modelo de escuela tradicional, hace tiempo escuché a un profesor a punto de jubilarse lo siguiente: “algunos niños salen adelante a pesar de la escuela, no gracias a ella”. Evidentemente algo estamos haciendo mal en edades tan importantes y fundamentales para el correcto desarrollo de la persona. Algo hemos perdido en el camino. La escuela es, junto con la familia, la institución más importante para el desarrollo integral del niño. Es una institución fundamental. Quizás habría que recordar aquel juego de palabras: dime y olvido, enséñame y recuerdo, involúcrame y aprendo
PEPLA:¿Qué crees que podría mejorar en la escuela?
JP: La escuela debería ir por delante o al menos paralela al ritmo de las sociedades. Debemos potenciar el desarrollo de un currículum con sentido que permita enraizar y relacionar. No procesos de enseñanza y aprendizaje estáticos que parten de una concepción bulímica de la escuela con el conocimiento donde no se permite la digestión lenta y profunda del saber y lo único que se valora para evolucionar es una prueba memorística. Ni educador ni educando deberían sentir jamás que arrojan su tiempo a la nada. El modelo de escuela tradicional aburre al alumno y en muchos casos desgasta y desmotiva al profesorado de calidad.
Para la educación integral del alumno, es difícil pensar que haya un libro más fructífero que la vida misma o un estado de ánimo mejor que la alegría. Quizás, al contrario de lo que se piensa, menos sea más. La enseñanza que deja huella no es la que se realiza de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón. Uno no educa en lo que quiere, educa en lo que es. Desde nuestro desempeño laboral como educadores debemos ser ejemplo de coherencia, revisar a fondo los esquemas teórico-prácticos en los que hemos sido formados y en los que cobra sentido nuestra cotidianidad. Reivindico la figura del maestro, del maestro implicado, ocupado y preocupado en generar una educación con mayúsculas.
En definitiva, en consonancia con los consejos de todo tipo de informes e investigaciones educativas nacionales e internacionales, debemos promover una escuela más activa y significativa en su metodología, participativa en su dinámica interna y abierta en su relación con el medio.
PEPLA: ¿Por qué te has especializado en estudiar pedagogías alternativas y en general sobre la renovación pedagógica de la escuela?
JP: Durante más de 14 años he trabajado en todo tipo de ámbitos educativos desde diversos cargos, principalmente en España (también en Nicaragua, Bolivia, Argentina y Albania). A lo largo de estos años he visto y sentido las nefastas consecuencias de una visión tradicional, disminuida y sin compromiso de la escuela y la educación. En un plano más personal, yo me aburrí infinitamente en la escuela y el instituto.
La escuela, su evolución, origen, métodos, procesos… nunca dejó de generar en mí una mantenida curiosidad. Esta inquietud ha estado siempre muy vinculada con la historia y el presente de la renovación pedagógica española. Por tanto, ha sido entendida desde una posición crítica y transformadora, adquiriendo forma a medida que iba descubriendo nuevos autores, ideas, experiencias, etc,
PEPLA: ¿Cuéntanos sobre tu investigación doctoral, qué cosas encontraste interesantes?
JP: La investigación doctoral ya la he terminado y entregado, sin embargo sigo investigando y publicando sobre estos temas (es mi línea principal de investigación). Cosas interesantes, cosas que no te esperabas… muchas, imposible resumirlas aquí, sintetizando señalo algunas:
- La escuela desempeña un papel principal en la humanización del hombre. Puede propiciar la sumisión, la apatía intelectual y la indiferencia cultural, o bien la maduración y el espíritu crítico, la curiosidad intelectual y la elevación cultural. Iniciar pasos sólidos en la segunda postura implica necesariamente comenzar a ofrecer una educación integral que parta de problemas reales y no de asignaturas estancas y desconectadas del contexto.
- El aprendizaje depende cada vez más de la correlación entre lo que ocurre fuera y dentro del aula.
- La escuela debe recurrir a la alegría como motor de aprendizaje, un niño aburrido y triste no está en condiciones de aprender nada.
- Educar en la vida no para la vida. La escuela no debe tender a encerrarse sobre sí misma, alejándose cada vez más de la realidad social que la otorga sentido y fundamenta.
- Tal como señala el informe Mckinsey, la calidad de un sistema educativo tiene como techo la calidad de sus docentes. Se debe promover un educador que reflexiona sobre su práctica, que observa y se preocupa por sus alumnos, que busca e intenta mejorar constantemente su labor. Un mal educador hace mucho daño.
PEPLA: A continuación de vamos a hacer unas preguntas que fueron analizadas por los participantes del III Foro de la PEPLA.
Teniendo en cuenta que el Ayuntamiendo de Alcalá de Henares se ha propuesto apoyar las inicititvas de pedagogías alternativas, ¿Cómo crees que puede impulsar el Ayuntamiento las iniciativas de pedagogía libre?
JP: Lo primer que habría que decidir es qué se entiende por pedagogía libre, alternativa, etc. El modelo de escuela tradicional es educativamente negativo, eso es cierto, pero todo lo que es alternativo y por tanto diferente a la escuela tradicional no es necesariamente positivo. Hay muchas experiencias incluidas o auto-denominadas pedagogías alternativas que son muy discutibles. Por tanto, creo que lo primero sería reflexionar sobre el modelo de escuela que se quiere implantar. Para ello hay que revisar todas las experiencias que antes y ahora son referentes de una escuela diferente y de calidad: La Institución Libre de Enseñanza, Instituto-Escuela, CEIP Trabenco, Comunidades de Aprendizaje, CEIP Palomeras Bajas, etc. En este sentido, hay orientaciones educativas que son clave para construir modelos educativos alternativos de calidad: una escuela más activa en su metodología (que propicia aprendizajes significativos y con sentido, que parte de problemas reales, etc.); democrática y participativa en sus estructuras; abierta en su relación con el medio (es la escuela en la comunidad y la comunidad en la escuela); con profesionales reflexivos y comprometidos, etc.
Un vez hecho esto creo que el Ayuntamiento debería conformar una Comisión Técnica de Trabajo que vaya favoreciendo la implantación de estas pedagogías en diferentes Experiencias Piloto. Estoy convencido que una vez se vayan viendo los resultados, irán surgiendo más escuelas que quieran cambiar su modelo pedagógico.
PEPLA: ¿Cómo se podría mejorar la predisposición de los equipos directivos para que apoyen las pedagógicas alternativas?
JP: Trabajando y empatizando con ellos, comprendiendo su día a día, estableciendo procesos realmente formativos que les permitan reflexionar sobre las consecuencias de mantener un modelo de escuela tradicional (en profesores y alumnos), etc. Esto es muy amplio.
PEPLA:¿Qué se podría hacer en cuanto a la organización de los centros (espacios, horarios…) para favorecer estas pedagógicas alternativas?
JP:No hay llaves maestras o claves mágicas en educación, sí orientaciones más favorables que otras atendiendo al contexto socio-cultural, al momento histórico, a las fortalezas de los educadores implicados, etc. Cada claustro, en su realidad, debe reflexionar sobre cómo pueden construir una escuela mejor, más educativa, una escuela con mayúsculas.
PEPLA:¿Qué te sugieren los resultados de la reciente encuesta que ha realizado PEPLA?
JP: Que afortunadamente hay mucho interés en construir una escuela diferente.
PEPLA: Muchas gracias por tu tiempo para esta entrevista, pero en particular por tu dedicación en mejorar nuestra educación. Contamos contigo.
JP: Gracias a vosotros. Para lo que necesitéis.
Para los más eruditos, a continuación compartimos algunas de las recientes publicaciones de Javier:
- Ramos Zamora, S., & Pericacho Gómez, F. J. (2015). Una propuesta de innovación docente para enseñar historia de la renovación pedagógica en la universidad. Educació i Història: Revista d’Història de l’Educació, (26), 65-88.
- Pericacho Gómez, F.J. (2015). «Col· lectius, centres i iniciatives de renovació pedagògica actuals a Espanya. Senyes d’identitat i ideari pedagògic.» Temps d’Educació 48: 71-90.
- Pericacho Gómez, F. J. (2013). Pasado y presente de la renovación pedagógica en España (de finales del Siglo XIX a nuestros días). Un recorrido a través de escuelas emblemáticas. Revista Complutense de Educación, 25(1), 47-67.
Una entrevista realmente interesante. Este tipo de reflexiones son completamente necesarias. Un saludo
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